miércoles, 27 de abril de 2011

Reactores de japon vs Accidente de Chenorbil

Fukushima I, la planta de energía nuclear japonesa al noroeste del país, está al borde del colapso, pues ya cuatro de sus seis reactores están prácticamente fuera de control.
La central nuclear Fukushima I que mantiene al mundo entero en tensión luego de las fallas y explosiones presentadas a raíz del terremoto y el tsunami del pasado 11 de marzo, se está muriendo.
Tanto autoridades como gobiernos, entre ellos el nipón, calificaron la situación de “apocalíptica“ pues no muestra ningún asomo de detenerse.
En las últimas horas, las noticias indicaron que cuatro de los seis reactores ya están dañados, algunos de forma gravísima. Los reactores 1, 2 y 3 incluso tienen parte del núcleo al descubierto, lo que significa que el combustible nuclear se encuentra expuesto y no tiene la refrigeración adecuada para frenar el posible proceso de fusión.
Las detonaciones que originaron los incendios causaron dos orificios de ocho metros cuadrados en el muro exterior del reactor, lo que dejó la piscina de combustible en contacto con el aire. Expertos estiman que casi un 70% de las barras de combustible nuclear se han dañado, y el 33% de éstas son del reactor 2.
El Gobierno ordenó a los trabajadores de emergencia que abandonaran las instalaciones de Fukushima I debido a los altísimos niveles de radiación. Sin embargo, un funcionario de la compañía Tokyo Electric Power dijo que los trabajadores se disponían a regresar.
El equipo de trabajadores está compuesto por un mínimo de 70 miembros que han sido rotados con regularidad para minimizar su exposición a la radiación.


Por otro lado El 26 de abril de 1986 tuvo lugar el accidente nuclear más grave de la historia: la tragedia de Chernóbil
La Central Nuclear de Chernóbil era administrada, en 1986, por el gobierno de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.). En medio de una prueba en la cual se simulaba un corte eléctrico, el reactor 4 de la Central aumentó de forma imprevista su potencia, lo que produjo un sobrecalentamiento de su núcleo que hizo explotar el hidrógeno acumulado en su interior.
El material radiactivo liberado fue unas 500 veces superior al que liberó la bomba atómica que Estados Unidos arrojó sobre Hiroshima en 1945. Otra muestra de la relevancia de la tragedia de Chernóbil es que se trata del único accidente que alcanzó la categoría más alta (nivel 7) en la escala INES.
La explosión causó la muerte directa de 31 personas y obligó a que el gobierno de la U.R.S.S. ordenara la evacuación de 135.000 personas. La radiactividad emanada por el accidente llegó a diversos países europeos.
Pese a la catástrofe, el cierre definitivo de la Central se produjo en diciembre de 2000. Hoy, Chernóbil es una ciudad casi abandonada.
La contaminación del accidente de 1986 se extendió por todas las regiones cercanas a la planta nuclear, siendo Bielorrusia la nación más afectada. Todavía hoy la contaminación de Chernóbil se encuentra en el suelo, con estroncio-90 y cesio-137 que son absorbidos por las plantas y los hongos, ingresando, de esta forma, en la cadena alimenticia.
El 26 de abril de 1986 tuvo lugar el accidente nuclear más grave de la historia: la tragedia de Chernóbil. A poco de cumplirse un nuevo aniversario, en El Blog Verde queremos repasar una historia que nos permite resaltar, en el presente, la importancia de las energías limpias.

La Central Nuclear de Chernóbil era administrada, en 1986, por el gobierno de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.). En medio de una prueba en la cual se simulaba un corte eléctrico, el reactor 4 de la Central aumentó de forma imprevista su potencia, lo que produjo un sobrecalentamiento de su núcleo que hizo explotar el hidrógeno acumulado en su interior.
¿Por qué este accidente nuclear quedó en la historia? Sin dudas, por su inmensa magnitud. El material radiactivo liberado fue unas 500 veces superior al que liberó la bomba atómica que Estados Unidos arrojó sobre Hiroshima en 1945. Otra muestra de la relevancia de la tragedia de Chernóbil es que se trata del único accidente que alcanzó la categoría más alta (nivel 7) en la escala INES.
La explosión causó la muerte directa de 31 personas y obligó a que el gobierno de la U.R.S.S. ordenara la evacuación de 135.000 personas. La radiactividad emanada por el accidente llegó a diversos países europeos.
Pese a la catástrofe, el cierre definitivo de la Central se produjo recién en diciembre de 2000. Hoy, Chernóbil es una ciudad casi abandonada.
La contaminación del accidente de 1986 se extendió por todas las regiones cercanas a la planta nuclear, siendo Bielorrusia la nación más afectada. Todavía hoy la contaminación de Chernóbil se encuentra en el suelo, con estroncio-90 y cesio-137 que son absorbidos por las plantas y los hongos, ingresando, de esta forma, en la cadena alimenticia.

Las consecuencias del accidente de Chernóbil, por supuesto, también llegaron a los seres humanos y a la flora. Los casos de cáncer de tiroides se expandieron por Ucrania, Rusia y Bielorrusia. Por otra parte, tras la explosión, los pinos que se encontraban alrededor de la Central adquirieron un extraño color marrón y murieron. La zona pasó a conocerse como el Bosque Rojo.
El accidente de Chernóbil, por lo tanto, no es sólo una parte triste del pasado de la humanidad. Sus consecuencias siguen vigentes y deberían ser un incentivo para el fomento de las energías renovables y seguras.
Es por esto que el impacto actual que nos ha causado la tragedia de japon no preocupe aunque se ha dicho que no es cuestión de preocuparnos porque no es un niv3el mayor de gravedad en lo ocurrido
Teresa Jacqueline Pérez Torres 3°Av.

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